Con el oro olímpico en París. Foto: USA Cycling |
Destacado corredor en las décadas de los setenta y ochenta,
en la que se proclamó campeón del mundo de puntuación amateur en 1980 y
obtuvo otras cuatro medallas mundialistas más, participando en los Juegos
Olímpicos de Montreal y Moscú, su trayectoria guarda muchas similitudes con
la de su hermano menor Shane, si bien no han coincidido mucho tiempo, salvo
en la cuarteta que logró la medalla de oro para Australia en los Juegos de la
Commonwealth de 1978. Incluso dicen que son como el día y la noche. Y mientras
que Shane se embarcaba en los conocidos proyectos de British Cycling y Team
Sky, Gary -aunque su nombre real sea Garry- comenzaba una exitosa
carrera de 26 años en Cycling Australia, hasta 2017, cuando se anunció que
no sería renovado.
Preparado para la persecución de Dygert. Foto: USA Cycling |
De hecho, sus dos mejores recuerdos los guarda de esta experiencia.
El primero de ellos, de su pupila Chloe Dygert, con la que siente un vínculo
especial, hasta tal punto de ponerse unas zapatillas rosas, el color
favorito de la ciclista de Indiana en su despedida en Ballerup. “Sin duda me
quedo cuando volvió después de casi perder la pierna y ganó el Mundial de
contrarreloj el año pasado. Creo que ha sido uno de los grandes regresos de
todos los tiempos en cualquier deporte”.
Hablando con Jennifer Valente. Foto: USA Cycling |
Sobre el futuro, nos lanza algunas pistas. “Por un lado, me
encantaría volver a formar parte del sistema australiano, pero si siguiera
entrenando, mi primera prioridad sería el ciclismo estadounidense y formar
parte de la preparación para Los Ángeles. Dicho esto, dejo mis opciones
abiertas, ya que algunos países se han puesto en contacto conmigo. Pero de
momento necesito estar más cerca de mi familia en Australia y Estados Unidos
está muy lejos de mi familia”.
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