La experiencia australiana de David Montserrat en su tercer Mundial: “Todo es mucho más metódico y cuando te acostumbras, más fácil”

Que los profesionales españoles son muy apreciados en el extranjero no es algo nuevo, ni exclusivo de la carretera. Por ejemplo, en el reciente Mundial de pista de Ballerup tres técnicos nacionales formaron parte del ‘staff’ de Australia, entre ellos el balear David Montserrat, con el que queremos hablar de esta nueva experiencia.

David Montserrat, con Goretti Font y Urko Landa

“Ya es el tercer Mundial que hago, el primero con España, en 2017 en Hong Kong, el año pasado con el paraciclismo y Austria, y ahora con Australia. Cada uno ha sido una experiencia, pero el de ahora ha sido encontrar una de las selecciones más importantes del mundo, con un trabajo muy serio y metódico. Y muy contento de hacer sido parte de ello”.

La relación ya se plasmó a principios de año. “En las concentraciones que hacen normalmente en Mallorca les sueño ayudar con temas de logística, ya que, al estar en casa, puedo ayudarles más con lo que necesitan. Pero en febrero o marzo ya me dijeron que querían contar conmigo en alguna más. Estuve en la concentración que tuvieron en Mallorca antes de los Juegos y luego no fui a la de Portugal porque era cuando estaban poniendo a punto las Factor y prefirieron contar con un mecánico que vino desde Australia”. Posteriormente se retomó el tema para este Mundial, en el que ha coincidido con otros dos españoles, Goretti Font y Urko Landa.

“Hay gente que lleva muchas batallas, muy preparada. Goretti ha estado ya con Canadá en los Juegos y creo que incluso en Tokio. Ya ha hecho muchas cositas, y se nota viéndola trabajar. En cuanto a Urko, lleva ya tres años con Australia, y como nos suele pasar a todos, muchas veces es tener el contacto adecuado. El tiene mucha experiencia también en carretera, ya que está con el DSM, y ha trabajado tanto con chicos como con chicas”.

Otra imagen del técnico balear en Ballerup, con Baldy

En este sentido, reconoce que la clave de su presencia ha estado en Steve Edwards, al que todos le conocen como Baldy. “Lleva algún tiempo viviendo en Mallorca y tengo muy buena relación. Tiene mucha experiencia tanto en carretera como en pista, y ha estado en tres Juegos con Gran Bretaña, Irlanda y Australia. El es, además, uno de los mecánicos de la Champions League y quien me abrió las puertas”.

Por lo demás, un trabajo vinculado a la logística y a la mecánica. “Los primeros días no es fácil, porque todo está muy calculado, muy metódico. Pero en cuanto te acostumbras y entras en la dinámica, es mucho más fácil hacer cualquier cosa. Si te mandan algo, sabes cómo hacerlo. Y cada uno sabe lo que tiene que hacer. Y a mi me gustan también las cosas así, porque es mucho más efectivo”.

Como ejemplo, nos cita el caso de que tienen dos registros "uno para fondistas y otro para velocistas, en los que apuntan todo lo que hacen, y que va firmado tanto por el mecánico como por el propio técnico”.

En cuanto al resto de staff australiano y a los corredores, “me acogieron muy bien desde el principio, y aunque ya conocía a bastantes, había también muchos corredores jóvenes esta vez con los que no había tenido trato. Por ejemplo, con Kellend O’Brien ya llevo mucho tiempo de contacto. En cuanto a los técnicos, me sorprendió Matt Crampton -el responsable de la velocidad masculina- no sólo porque es un tío súper simpático, sino porque siempre es el primero que está dispuesto a echar una mano”.

En definitiva, “una experiencia muy especial y aunque no me han dicho nada, creo que han terminado contentos. No hemos hablado nada para el futuro, pero sí me encantaría repetir si me vuelven a llamar”.

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