Esta semana nos referíamos a que el Mundial de Ballerup será el último en que se disputen los 500 metros y la persecución sobre 3.000 metros en lo que se refiere a las féminas, igualándose a partir del 1 de enero a las distancias masculinas, del kilómetro y los 4.000 metros.
La madison masculina en París se saldó con el triunfo de Portugal en algo menos de 50 minutos. X UCI Track |
En este caso, pensar en igualar las distancias podría ser
algo excesivo, dadas las diferencias fisiológicas entre corredores y
corredoras, aunque siempre me podrán rebatir con el argumento de que en
atletismo las distancias sí son idénticas, aunque ello suponga un esfuerzo
y un tiempo de carrera mayor para las féminas.
Katie Archibald, una opinión siempre bastante respetable y respetada,
decía que es en la madison donde la diferencia es más acusada, y no por la distancia
o por la velocidad media, sino por el tiempo de competición: sin recurrir a
muchos ejemplos, en los JJOO, la carrera masculina duro 49:51 (a una increíble
velocidad media de 60,181km/h), mientras que la femenina terminó en 32:45
(promedio 54,962km/h).
Italia terminó la madison femenina en 32 minutos. Ahi se corrobora la desigualdad entre sexos. X UCI Track |
Si incrementásemos la distancia de estas dos pruebas
femeninas en un 50% y las dejásemos en 45 para la madison y en 37,5 para la
puntuación, los tiempos de carrera serían prácticamente similares. Y quizá
con ello se daría un primer paso en lo relativo a la ‘paridad’ en estas
pruebas.
Eso sí, aunque la corredora escocesa habla del horizonte
de 2029 para afrontar ese cambio en la madison, pienso que no debería ser
conservadora y reclamar es incremento de distancias, que se traduzca en una
igualdad de tiempos en este mismo ciclo olímpico y que se plasme antes del
comienzo del periodo de clasificación para Los Ángeles.
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