Foto oficial en la web del CSD de Rodriguez Uribes |
La semana pasada, el presidente del CSD, José Manuel
Rodríguez Uribes, se personaba en el Senado para explicar las cuatro grandes
líneas de trabajo de su departamento.
Por la coincidencia con el Mundial de Ballerup no pudimos
hacernos eco de esta comparecencia, con unas actuaciones resultan
especialmente interesantes, no sólo por lo que pueden suponer para el Deporte
español, sino porque reflejan las carencias actuales en el ciclismo nacional,
especialmente en pista, y que no estaría mal que se siguieran o se imitaran en
el ámbito de nuestra disciplina.
- Modernización de infraestructuras para potenciar el deporte base
- Programas #TeamEspaña de preparación deportiva
- Estatuto del Deportista
- Organización de eventos de referencia
Vayamos por partes:
Palma, un gran velódromo... pero insular. |
1. Es cierto que al ciclismo en pista le falta una gran
instalación (a Valencia le falta la madera, a Barcelona, el techo, y a
Mallorca, le sobra el Mediterráneo de por medio), pero lo verdaderamente
grave es que el resto de velódromos estén descuidados, infrautilizados,
desaprovechados o inutilizados, muchas veces por su propio modelo de
gestión municipal o incluso privatizada que prima su uso para deportes más
‘rentables’ o más cercanos que ese uso supramunicipal, autonómico o incluso
nacional que deben tener unos recintos tan específicos. Con un Plan Nacional
de velódromos cada uno tendría un uso acorde con sus condiciones, para
facetas como formación, competición de base, competición nacional o
internacional. Y si de paso se construye el velódromo nacional de referencia,
preferiblemente en una localización céntrica, mejor que mejor.
La velocidad española necesita urgentemente un técnico específico |
2. Ya hemos hablado en repetidas ocasiones que la estructura
técnico-deportiva de la Española es kafkiana en su concepción y de una absoluta
ineficacia en su aplicación en el día a día. Pero centrándonos en la pista,
es inasumible que haya un solo seleccionador para todo el ámbito de la pista y
compartiendo responsabilidades con otra disciplina. Un plan de preparación
deportiva, y más si hay apoyo por parte de #TeamEspaña, debe contemplar al
menos un seleccionador absoluto de fondo y coordinador (y que no se olvide
de los aspectos ‘administrativos’ cada vez más importantes en el ciclismo en
pista), un técnico para la velocidad que compatibilice la función del alto
rendimiento con programas de detección de talentos, que falta hace, y un seleccionador
junior que, en este caso sí, sea común para carretera y pista, como sucede
en Italia o Bélgica, para que los corredores no se vean obligados a elegir.
No me olvido de los cada vez más necesarios ‘científicos deportivos’, eso sí,
con experiencia en pista, ni que toda esta estructura sea la cúspide de una
pirámide en la que se integren los técnicos autonómicos.
3. Aunque el Estatuto del Deportista es un documento
fundamentalmente jurídico, no hay que olvidar su componente ético,
en lo que debe suponer de respeto para el ciclista, en una Federación que,
en los últimos tiempos, ha tenido unos comportamientos inadmisibles para con
algunas ciclistas. Y no hace falta contar más.
El Trofeu Ciutat de Barcelona, único e insuficiente evento internacional de referencia. Foto: FCC/Xevi Planas |
4. Para un deporte como el ciclismo en pista, que no tiene una
Copa del Mundo desde 1999, un Europeo desde 2004 o un Mundial desde 2007, está
claro que faltan eventos de referencia. Pero esta no es la verdadera necesidad,
sino la ausencia de competiciones internacionales, que en los últimos años
se ha circunscrito al Trofeu Ciutat de Barcelona y a algunas iniciativas sin
continuidad. Y en un deporte en que cada vez son más necesarias estas pruebas, la
organización de eventos de referencia pasa por poder contar con varias de ellas
en el calendario, con unos Campeonatos de España que no sean una obligación
sacarlos adelante, sino el verdadero escaparate de este deporte, pero
también con un programa nacional de competiciones basado y coordinado en la
actividad de las Autonómicas, siguiendo el Plan Nacional de Velódromos expuesto
en el apartado 1, y no con una Copa de España que cuesta horrores sacarla
adelante.
Por cierto, unos días después, en un acto informativo, Uribes
hacía mención a otro documento del CSD, el Código de Buen Gobierno, y a
algunos de los principios que recogerá como la transparencia, la escucha
activa, la rendición de cuentas y la ejemplaridad. Y que tampoco vendría
nada mal que se extendiesen al ciclismo (en pista), y sobre los que también me
podría extender ampliamente.
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