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Italia: pese a las ventajas de su sistema, reconocen que les faltó tiempo para la preparación específica de los Juegos Olímpicos. Foto: UCI Track |
Más de una vez nos hemos referido
a las bondades que conlleva la pista para mejorar en la carretera, y de lo
positivo que resulta compatibilizar las dos disciplinas. Sin embargo, la
realidad del día a día es otra, y no tan de color de rosa. No hablamos de
esas mentes obtusas que todavía pululan por el ciclismo que consideran
perjudicial toda practica deportiva ajena a la carretera, sino al hecho de que los
calendarios son cada día más largos y que hay muy poco tiempo disponible para
otras actividades. Y esto es algo que afecta no sólo a nuestro país, sino
al ciclismo internacional. Y claro, si hay coincidencias, la incompatibilidad
es para la pista, ya que normalmente el ‘patrón’, el que paga, es el equipo de
carretera.
No hablamos del corredor que
se toma un par de días libres autorizado por el equipo para participar en un
ómnium o incluso una madison en un evento internacional. Nos referimos,
sobre todo, a aquellos ciclistas miembros de una cuarteta, que tienen que
estar muchas semanas al año disponibles para su selección, de cara a un
gran evento como unos Juegos Olímpicos o un Mundial, sobre todo en los años de
clasificación. Y no solo en la competición principal, sino en las clasificatorias y, sobre todo, en concentraciones.
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Formaciones con la filosofía de rad-net oßwald son positivas para la compatibilidad de ambas disciplinas |
Es
cierto que hay países que tienen una dinámica de trabajo desde categorías
inferiores, con
sesiones periódicas a lo largo del año, caso de Italia, que
logran esta adaptación de forma más rápida que otros que optan por un trabajo
más intensivo. También hay naciones en las que hay una
sinergia con sus
equipos de carretera, para ‘ceder’ a estos ciclistas en esos momentos
determinados, como Alemania, con el rad-net oßwald, o Francia, con la
mayoría de sus escuadras. O incluso que están fuera de los equipos comerciales,
como son las féminas de Gran Bretaña. Pero también encontramos
casos como el
de Países Bajos en donde han tenido que renunciar al proyecto de la persecución
por equipos, por no poder contar con los ciclistas el tiempo necesario, aunque quieren retomar el proyecto para 2028.
Una de las claves del triunfo
de Australia en París fue tener más tiempo de preparación que otras selecciones
que difícilmente pudieron completar lese trabajo de alto nivel para los Juegos
por los compromisos de sus corredores, con sus equipos de carretera, los que
les pagan todo el año. Entonces oímos el descontento de varios técnicos
que se lamentaban de no haber podido disponer del tiempo necesario para que sus
cuartetas dieran lo mejor. Algo que he vuelto a escuchar después del
Mundial.
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Mejor que excepciones como la de Lorena Wiebes sería una puntuación que valiese para la carretera Foto: UCI Track |
Y de la misma forma, escuché
repetidamente una solución para que los equipos profesionales pudieran ceder a
sus corredores: que las competiciones de pista también dieran puntos UCI de
carretera. Y es que, de esta forma, no sólo no serían tan reacios a
cesiones más periódicas y más largas, sino que podrían sumarlos de forma
mucho más fácil (y económica) que teniendo que acudir de forma precipitada y a
deshora a competiciones en Asia para intentar ‘salvar’ la campaña.
¿Y la UCI que dice de esto?
Desgraciadamente
aún no se ha pronunciado de forma genérica, porque me temo que es algo que no
se ha planteado seriamente… y que podría ser extensible a otras disciplinas
complementarias, en especial el ciclocross e incluso el BTT.
Algo que ya reflejamos en su momento. Pero a la hora de la verdad,
las
excepciones del máximo organismo internacional están a la orden del día cuando
hay que facilitar la participación de ruteros en otras disciplinas. Léase
los casos de Tom Pidcock y Matthew Van der Poel en el mountain bike
o de
Lorena Wiebes en el último Mundial de pista, donde se le brindó una eximente
para que pudiera correr sin los puntos necesarios.
Tampoco pretendemos que el
calendario de pista sea un reguero de puntos UCI de carretera. Dichas
puntuaciones deberían ceñirse a las principales competiciones, es decir,
Juegos Olímpicos, Mundiales, quizá Copa de las Naciones, y, por supuesto, la
Champions League, que incluso podría tener un formato más atractivo, no
sólo para los ciclistas, sino para los propios equipos comerciales (continuará).
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