Récord del mundo y oro para Milan, Lavreysen llega al decimoquinto título, y Wollaston y Finucane suman su segundo título en Ballerup

Milan, escoltado por los británicos Charlton y Bigham, en una persecución
de altísimo nivel con doble récord del mundo. Foto: UCi Track
Aparte de la victoria de Sebastián Mora en la puntuación, la tercera jornada de los Campeonatos del Mundo de Ballerup tuvo grandes momentos en su desarrollo. Comenzando por el doble récord del mundo en la persecución individual, que fijaría el vencedor Jonathan Milan en 3:59.153, tras el marcado en la matinal de forma inesperada por Josh Charlton; continuando por el triunfo en el kilómetro de Harrie Lavreysen, la prueba que le faltaba y que supone el decimoquinto oro mundialista de su carrera, además con el mejor tiempo de la historia a nivel del mar; siguiendo por el segundo triunfo de Ally Wollaston, en este caso en el ómnium, y terminado por la victoria de Emma Finucane en la velocidad, quien aspira también al oro en las dos pruebas que le quedan.

La clasificatoria de la persecución comenzó a un altísimo nivel, cuando Charlton, un joven corredor con mucho futuro pero sin apenas presencia aún en la élite a sus 21 años, batía el récord del mundo de Filippo Ganna (3:59.636) con un sensacional 3:59.304 convirtiéndose en el tercer corredor de la historia en bajar de los 4 minutos, y en este caso teniendo su mejor registro en 4:10. Y como sucedió con el kilómetro, pasaron muchos minutos sin que nadie se acercase… ni siquiera al 4:10, aunque al final hasta siete corredores bajarían del 4:05.

Todo estaba pendiente de la llegada de Jonathan Milan, que con un 4:00.296 hacía marca personal, y de Dan Bigham, también, pero esos 4:01.671 sólo le servían para medirse en la final B ante su compatriota y amigo Charlie Tanfield (4:04.040), también mejor registro, lo que demostraba lo rápido que estaba el Ballerup Super Arena por la mañana.

Milan, saludando tras su victoria y récord. Foto: UCI Track
Quedaban las finales vespertinas en las que se vio que Milan aspiraba a todo y como contaba en la entrevista posterior, solo le quedaba poner el ‘full gas’. Así fue y en todo momento apretó al máximo, dominando la prueba. En algún momento incluso llegamos a pensar que podría estar en 3:58, aunque al final le daría lo mismo, puesto que con 3:59.153 se llevaba la victoria y batía el récord del mundo. Charlton fue a más y aunque no amenazó al italiano, terminaba con una sensacional marca de 4:00.232.

Y en la lucha por el bronce, Bigham no dio opción a su compatriota y amigo Tanfield; 4:03.807 a 4:08.499, en lo que es una retirada de lujo para un hombre que ha cambiado la dinámica de las persecuciones en estos últimos años.

Decimo quinto oro, primero en kilómetro, para Lavreysen. Foto: UCI Track
Otra muesca en el revólver de Lavreysen

Aunque ayer perdió toda opción de conseguir ese repóker que ambicionaba, Lavreysen dejó claro que tenía especial interés en el kilómetro. Por la mañana ya lo evidenciaba con un 57.468, la mejor marca de la historia a nivel del mar (57.813 tenía Hoogland desde el Europeo de 2023). Y como fue uno de los primeros en salir, su tiempo sembró de ‘inquietud’ la pelousse del Super Arena, ya que durante mucho tiempo el segundo mejor tiempo estuvo por debajo del minuto, a más de tres segundos… aunque cuando apareció Jeffrey Hoogland, el último en salir, dejó claro que no iba a resultarle barato: 57.761.

Por la tarde, incluso mejoraba su registro y con un 57.231 impedía el quinto título de Hoogland, que paraba el reloj en 58.252, mientras que el de Luyksgestel lograba su decimoquinto oro mundialista, siendo ya, en solitario, el ciclista más ‘dorado’ de todos los tiempos. El podio lo completaba un fenomenal Joe Truman que con 58.667 había batido por la mañana el récord británico, con un tiempo muy similar por la tarde (58.669). Un registro que en otra ocasión le habría valido para ganar, pero aquí palidece ante la superioridad de los dos ‘oranje’.

Alejandor Martínez dio la cara, pero lejos de su mejor momento
Foto: Fed. Española
En cuanto a Alejandro Martínez, a pesar de todos los esfuerzos por poder estar en el Mundial, no pudo ofrecer su mejor versión y con 1:01.577 quedaba fuera de los ocho finalistas, en el puesto descimocuarto. Ahora solo hace falta que el paso por el quirófano ofrezca el resultado deseado y que pueda estar a tope para ese próximo objetivo del Europeo de Heusden-Zolder, en sus mejores condiciones físicas y mentales.

Segundo arco iris para Wollaston; buena experiencia para Anguela

Para las fondistas, fue el gran día del ómnium, en el que Wollaston dominó imponiendo ese ‘rush’ que ya comienza a ser conocido tanto en pista como en carretera, y que se traduce en su segundo oro tras el logrado en la eliminación No le fue bien en el scratch inicial, novena, que se llevó de forma inesperada la mexicana Yareli Acevedo. Pero se marcó una gran carrera tempo y tampoco dio opción en la eliminación, para ponerse en cabeza de cara a la puntuación, empatada con Anita-Yvonne Stenberg a 104 puntos, con 4 sobre Amelie Didericksen y 6 sobre Victoire Berteau.

Podio del omnium. Foto: UCI Track
Y la neozelandesa controló muy bien en la puntuación, sin que Stenberg pudiera mantenerse a su nivel, con Didericksen perdiendo distancia en los sprints, a pesar de que lo intentó compensar en varias ocasiones buscando la vuelta ganada. Por su parte, la campeona vigente, Jennifer Valente, estaba muy alejada y aunque todos pensábamos en un ataque a vida o muerte, este no se llegó a producir, porque, aun distanciada, se la veía como muy peligrosa.

Ese ataque curiosamente lo protagonizó la británica Jess Roberts, que ganó vuelta en solitario ante la pasividad del pelotón y que le llevaba durante algunas vueltas a liderar el omnium, pero sin poder hacer nada ante la rapidez de Wollaston, que terminaría imponiéndose con 131 puntos, por 119 de la británica y 110 de la noruega afincada en Mallorca.

En cuanto a Eva Anguela, no tuvo un buen inicio en el scratch, donde fue decimoséptima, pero mantuvo un buen tono en la tempo, donde fue la mejor en meta de entre las que no puntuaron (undécima). Mejoró en la eliminación, más en presencia que en resultado (décima), para llegar a una puntuación en la que tenía muy complicado ganar puestos, pero tampoco tenía ninguna amenaza cercana. Por ello se dejó ver en algunos momentos en cabeza, lo cual le debe servir de experiencia futura, más que el decimocuarto puesto en sí, con 50 puntos.

Finucane también repite
Finucane, dos... y a por cuatro. Foto: UCI Track

Finalmente, el torneo de velocidad nos ofreció a una Emma Finucane que no dio opción ni en semifinales a Mina Sato, ni en la final a Hetty Van den Wouw, a las que derrotó en dos mangas, renovando el título logrado el pasado año en Glasgow, y siendo el segundo de su cuenta particular, a la espera de lo que pueda pasar mañana en los 500 metros y el domingo en el keirin.

Van del Wouw fue nuevamente de menos a más, para derrotar en el desempate a Sophie Capewell, aunque luego no pudiera con la galesa. De todas formas, es su segundo oro del año tras el logrado en París, con lo que ratifica su progresión.

En cuanto a Capewell, acusó los tres enfrentamientos contra la neerlandesa y no pudo con una Sato que se llevó el bronce por la vía rápida, algo que jamás había logrado una velocista nipona.

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