Cada cierto tiempo, hemos tenido noticia de proyectos, más bien deseos, de construcción de algún velódromo en Italia: Misano, Arezzo, Roma, Buja… Pero a la hora de la verdad, solamente siguen contando con Montichiari, a la espera de que despegue Spresiano.
Por eso, el deseo de Ivano Fanini, el propietario de Amore e Vita, plasmado en plena euforia por los éxitos de la selección ‘azzurra’tras los Juegos Olímpicos debe ser tomado con todas las reservas del mundo,
a pesar de los apoyos expresados por la propia FCI, en especial por el
seleccionador Marco Villa, con el que Fanini guarda una excelente relación
desde sus tiempos de corredor, ya que era su ‘patrón’ cuando ganó su primer
Mundial.
Fanini y Villa durante la pandemia. Facebook Ivano Fanini |
La idea fue bien acogida por la localidad y la consejera
de Deportes, Serena Frediani, dijo que “el interés es considerable, pero
nuestro municipio no tiene la capacidad suficiente”, indicando que “sería
una intervención claramente de interés público, pero no una obra pública del municipio
de Capannori”, indicando que tendrán que involucrarse otras entidades, desde el
CONI a las “asociaciones ciclistas de la zona, en su gestión y uso. Por
tanto, vamos por dos caminos diferentes: el nacional para determinar el
impulso, todos juntos, para encontrar financiación, pero con la necesidad de
que los aspectos positivos repercutan también en Capannori y su entorno”.
En cuanto a la FCI, el propio Villa se pronunció recientemente en Quotidiano Sportivo, en el sentido de estar “muy a favor de un nuevo
velódromo, una instalación cubierta, que estoy seguro permitirá a los jóvenes
realizar actividades en particular. Quizás menos futurista, por lo que se
necesitarían menos recursos y, en consecuencia, sería más fácil encontrarlos".
“Entre empezar a seguir un proyecto de 25 millones de euros,
futurista pero difícil de realizar, y quizá abandonarlo y, en cambio, pensar
en un lugar indudablemente moderno, cubierto, eficiente, pero menos futurista,
elijo esta segunda solución”, dijo el seleccionador italiano en clara alusión
al proyecto de Spresiano.
“La propuesta de Fanini debería ser plenamente aceptada por
dos razones. El primero es conseguir que los niños empiecen a montar en
bicicleta en un lugar seguro, alejado de los peligros de las carreteras,
donde se producen muchos accidentes La segunda razón es que en Italia sólo
tenemos la estructura Montichiari. Si se hiciera también en Lucca,
representaría una bendición para toda Italia central".
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