Y es que los malos resultados que le han acompañado en
2024, con cuatro descalificaciones en el segundo semestre, le han llevado a
este descenso de categoría para un corredor que es uno de los cuatro en
la historia del keirin japonés que ha conseguido el Grand Slam -ganar los seis títulos G1-, concretamente en octubre de 2022, y que paradójicamente en
julio del pasado año superaba la barrera de las 400 victorias, con un
impresionante balance de 63 torneos ganados, de los cuales 9 son G1, y con ocho
participaciones en el Keirin Grand Prix.
Además, ha intervenido en dos ediciones de los Juegos
Olímpicos, en Londres 2012 y Tokio 2020, aparte de haber logrado la medalla
de plata en el Mundial de Pruszkow 2019, en keirin, claro está.
Y es que un corredor que es capaz de hacer esto...
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