También conocida como ‘japonesa’ -aunque no es exactamente lo mismo-, es una prueba
que no tenía carácter oficial hasta su inclusión
como segunda prueba del ómnium vigente desde 2017.
Se trata básicamente de una puntuación, con sus mismas
reglas y gestión de incidencias, sobre 10 kilómetros para la categoría élite masculina, 7,5 para feminas élites y hombres juniors y 5 para féminas juniors. La diferencia radica es que se adjudican puntos en cada sprint y
solamente para el ganador (1 punto), y se mantiene la bonificación de 20 puntos
por vuelta ganada.
Los corredores
saldrán según se determine en la hoja de salida la mitad agrarrados a la
balaustrada y la otra mitad, sujetos en el pasillo de sprinters, según el orden de la general del ómnium en
ese momento (cuando no es una prueba independiente, que no lo suele ser).
La salida se da tras
una vuelta neutralizada y en la cuarta
vuelta sonará la campana iniciando el comienzo de los sprints.
La única diferencia reseñable respecto a la puntuación es que se añadirán 5 vueltas a las que faltaban en el momento de la detención, aunque la nueva salida será igual que el comienzo normal, con las 4 primeras vueltas de ‘colocación’ antes de que suene la campana. Si quedan 5 o menos, se reanudará con 11.
Actualizado: octubre de 2023
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