La velocidad es una de las pruebas
reinas del ciclismo en pista y la más antigua, ya que tiene campeones del mundo
masculinos desde 1885 y femeninos desde 1958 y que ha estado presente en todas
las ediciones de los Juegos Olímpicos, salvo en 1904 –las competiciones se
hicieron a la distancia- y 1912 –sin inclusión del ciclismo en pista-. La
velocidad para mujeres se incluyó en los Juegos Olímpicos de 1988.
Básicamente se trata
de una serie de
enfrentamientos entre dos ciclistas, bien a una sola manga,
bien a dos ganadas, hasta llegar a las finales, tanto absoluta como de
consolación. El sistema de competición ha cambiado mucho en este siglo largo de
existencia y actualmente en los eventos más importantes se determinan los 28 mejores tiempos mediante los 200 metros lanzados. Los cuatro mejores tiempos están exentos de dieciseisavos y pasan directamente
a octavos. Estas dos primeras eliminatorias son a una manga; cuartos, semifinales y
finales, a dos ganadas.
Final del último Mundual, con Finucane y Friedrich. Foto: UCI Track |
Ya no hay repescas
entre los que caen en dieciseisavos u octavos, ni series a tres o cuatro entre
los eliminados. La clasificación de los que caen en un determinado momento del
torneo se determina entre ellos por el tiempo que han hecho de los 200 metros.
La única excepción
son los Juegos Olímpicos, donde se usa el sistema antiguo, aunque ahora con 24 ciclistas,
con doce ganadores en 1/32; los perdedores se agrupan en una primera repesca a
tres, y los ganadores pasan a 1/16. En este segundo enfrentamiento –con dieciséis
ciclistas- los ocho ganadores pasan a octavos, junto a los cuatro ganadores de
la segunda repescas de los derrotados. Finalmente, estos doce ciclistas disputan los 1/8, donde encontramos seis ganadores, con una tercera y última repesca que
determina los dos últimos cuartofinalistas. A partir de ahí 1/4, semifinales y
finales, ya a dos mangas y sin más repescas.
Antes de iniciar un enfrentamiento. Foto: Hong Kong Nations Cup |
Hay sorteo para el
primer enfrentamiento y para el eventual desempate en caso de que cada corredor
gane una manga. Si un corredor no sale, su rival sí se deberá presentar en la
salida, aunque no es necesario cubrir la distancia.
La mecánica de la
carrera es sencilla. Tras darse la salida con un toque de silbato, el ciclista
que conduce –por ese sorteo antes determinado- debe hacerlo hasta la línea de contrameta
sin maniobras que obliguen a su adversario a pasar, a menos de que el rival le
supere voluntariamente. Se permiten dos ‘surplaces’ –detener la bicicleta- de
hasta 30 segundos, y al llegar a este tiempo se le indicará al corredor de
cabeza que continúe. Si no lo hace, recula o pone pie a tierra, se parará la
carrera y se declarará al otro ciclista vencedor de la manga.
Antes de lanzar el
sprint, los corredores pueden tomar todo el ancho de la pista, pero dejando
paso a su adversario y sin hacer maniobras que puedan causar una colisión. Cualquier
incidencia o maniobra irregular puede llevar al ‘starter’ a parar la carrera, y
decidir, en base a la gravedad de la acción, si se da una nueva salida con el
ciclista que ha originado el percance conduciendo o se le desclasifica, es
decir, se le da la manga por perdida. En caso de una caída no provocada, un
pinchazo o la rotura de una parte esencial de la bicicleta, es decir, de un
accidente reconocido, la salida se dará nuevamente, aunque se decidirá si con el mismo orden o no.
Lavreysen, el rey de los últimos años. Foto: UCI Track |
Los corredores deben
mantener sus trayectorias. Por ello, el corredor exterior no podrá entrar en el
pasillo de sprinters, salvo si tiene un largo de bicicleta de ventaja, y nunca
podrá adelantar por el interior. Si el corredor abandona el pasillo de
sprinters, no podrá cerrar a su rival, que podrá ocupar esa posición.
No obstante, hay que
tener en cuenta la voluntariedad o no de la acción, a la hora de meterse en la
zona azul o, incluso, de salirse del pasillo del sprinter, sin afectar al
rival, sobre todo en determinados virajes que ‘escupen’.
El japonés Koichi Nakano es el gran dominador de esta disciplina, en la que ganó el arco iris de forma
ininterrumpida desde 1977 hasta 1986, aunque en su momento compitiera en una categoría profesional con menor nivel que los amateurs, por lo que muchos le dan más valor a los siete títulos de Daniel Morelon.
Helena Casas. Foto: Cycling Track Challenge |
Galina Vasilevna
Yermolayeva es la reina de la velocidad, con seis oros, cinco platas y tres bronces mundialistas en una disciplina en la que en los últimos años ha destacado la británica Vicky
Pendleton, con cinco títulos, y la malograda Kristina Vogel, con cuatro, y ambas
con sendos oros olímpicos.
Entre los españoles,
nunca se ha obtenido una medalla a nivel internacional en la máxima categoría en esta disciplina,
aunque hay que reseñar una quinta plaza de José Antonio Villanueva en el
Mundial de Amberes 2001 y una sexta en los JJ.OO. de Sydney 2000. A nivel nacional
Helena Casas es la más laureada, con once entorchados, mientras que en hombres José Antonio Escuredo se queda en ocho.
Actualizado: octubre de 2023
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